Ayer pude acercarme un rato al amanecer (no está el sol para muchas bromas) a la Muela. Llevaba tiempo queriendo acercarme a verlo y sacar algunas imágenes antes de que empiezen las lluvias.

La impresión de cerca no ha cambiado con respecto a la que ya tenía de lejos: se ha quemado poco (en superficie Ha) y muy poco si tenemos en cuenta donde se produjo (en que podría fácilmente haber dejado La Muela sin un solo pino). Afortunadamente el grueso del fuego estuvo cerca y por debajo del camino de subida, muy accesible para un camión 4×4 con lo que la moto-bomba podía situarse aprox. desde donde yo hice las fotos, sobre el foco y acceder a él con relativa comodidad (claro, siempre y cuando las llamas/humo lo permitan).

La muela, antes y despuésLa muela, antes y después

La zona central está calcinada literalmente y solo queda ceniza y olor a quemado por todas partes. Algunos palmitos y coscojas empiezan a rebrotar e incluso alguna Artemisa sospecho que más por la “motivación” del agua de la extinción que otra cosa. Ya hay alguna “repoblación personal”.


El verdadero problema es la erosión que se está produciendo ahora y la devastación que podría producir de aquí a unos meses. El suelo está completamente suelto y la ladera tiene una pendiente muy pronunciada, del 60%-70% en incluso más por zonas, con lo que una gota fría de Octubre o cualquier lluvia torrencial puede terminar con toneladas de tierra en la rambla del Portús (esperemos, que solo sea en la rambla). Habrá que cruzar los dedos y esperar que llueva “bien” en los próximos meses.